Lo habéis intentado todo y ahora parece que vais a ir a juicio por la custodia de vuestros hijos. ¿Qué puedes hacer para prepararte? En realidad, hay más formas de las que se te ocurren de prepararte para tu caso. En primer lugar, ten a mano pruebas de tu conocimiento personal del bienestar de tu hijo, tanto físico como personal. Tienes que poder demostrar al Tribunal que conoces las necesidades exactas de tu hijo, incluidas sus rutinas diarias, sus hábitos de sueño y sus actividades extraescolares. Tienes que poder demostrar que conoces a fondo a sus profesores, sus notas y sus amigos más íntimos. Es muy recomendable, si no crucial, llevar un diario. Esto sólo puede ser útil cuando llegues a la fecha del juicio y surjan preguntas sobre incidentes que pueden haber ocurrido hace más de un año o más. El diario debe documentar tu interacción diaria con cada niño. Quizá lo más importante sea que el diario refleje también tu preocupación por su salud física y mental. Cuestiones de acoso o de ser acosado en la escuela. Cualquier signo de depresión o ansiedad que puedas observar, incluidos los cambios de comportamiento. Medidas que hayas tomado individualmente y en combinación con el otro progenitor del niño. Actos escolares, musicales, artísticos y deportivos a los que hayas asistido y celebraciones de los logros de tu hijo. También tendrás que empezar a recopilar pruebas que respalden tu postura de que se te debe conceder la custodia. Esto incluye, entre otras cosas, tu grado de cooperación y comunicación con tu cónyuge. También necesitarás registros físicos de los horarios de tu hijo, incluidas las actividades escolares y extraescolares. Necesitarás registros como mensajes de texto, correos electrónicos y grabaciones que muestren al Tribunal tu voluntad de coparentalidad, sobre todo si tu cónyuge rechaza estos intentos. Los testigos también son una parte muy importante de la preparación de un juicio por custodia. Los mejores testigos son los imparciales, por ejemplo, una persona de la guardería que te haya visto dejar o recoger a tu hijo en numerosas ocasiones. El pediatra de tu hijo también es un testigo poderoso, no sólo para observar si eres tú quien lleva al niño a sus citas, sino también para su salud como profesional. También los vecinos, que te han visto con tus hijos, y las familias de los amigos de tus hijos, que han pasado tiempo con tu hijo de forma independiente, pueden tener a menudo impactos muy poderosos. Prepararse para un juicio puede parecer abrumador, pero seguir estos pasos te simplificará y preparará para la vista judicial, poniéndote en ventaja mediante la preparación y la atención, que no pasarán desapercibidas para el Juez.