Nos acercamos rápidamente al décimo aniversario de la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo en Nueva Jersey. Aunque diez años es una gota en el mar comparado con los matrimonios del sexo opuesto, sigue siendo un hito importante y quizá un buen momento para examinar algunas estadísticas relativas al divorcio, incluso a la luz de las dificultades para sacar conclusiones «inamovibles». Ante todo, es importante reconocer uno, que los matrimonios «de larga duración» no pueden considerarse debido a las leyes. Obviamente, esto puede sesgar las estadísticas cuando se trata de cifras globales. Esto es especialmente cierto a la luz del aumento sustancial de los divorcios «grises», o divorcios entre personas mayores (de 50 años o más). Una segunda consideración, igualmente importante, son las dificultades adversas e inherentes a las que todavía se enfrentan las parejas del mismo sexo, casadas o no. Junto con los prejuicios injustos, también existen dificultades a la hora de fundar una familia. Esto incluye tanto el posible aumento de los costes como las decisiones fundamentales sobre los enfoques preferidos para formar una familia. Dicho todo esto, las estadísticas demuestran que las parejas de lesbianas son más aceptadas por la sociedad que los hombres homosexuales. Sin embargo, las parejas de lesbianas tienen una tasa de divorcio más alta que sus homólogos masculinos. La causa de esto puede ser el simple hecho de que las mujeres en general son más propensas a iniciar un divorcio. En números sencillos, las mujeres tienen entre un 70 y un 80% más de probabilidades de solicitar el divorcio que los hombres. Una escuela de pensamiento es que las mujeres suelen tener mayores expectativas. En conclusión, sin embargo, los matrimonios tendrán sus altibajos, independientemente de la sexualidad del individuo. De nuevo, estadísticamente, está surgiendo que las parejas del mismo sexo muestran algunas ventajas a la hora de evitar el divorcio por su capacidad de controlar el conflicto natural que se da en el matrimonio, ya sea mediante el humor, la capacidad de no tomarse los problemas como algo personal o simplemente manteniendo la calma ante las diferencias. Si estás pensando en divorciarte, es crucial que hables con un abogado experto en divorcios, y más aún que hables con uno versado en divorcios entre personas del mismo sexo. Las leyes pueden ser las mismas, pero los retos pueden ser notablemente distintos. Llama hoy a uno de los abogados expertos en derecho de familia al 908 879 9499 y concierta una sesión de estrategia para reunir la información importante para ti.