Asegurarse de que todos los bienes se valoran de forma justa, tanto si se trata de un artículo de lujo como de un objeto de colección o una inversión, requiere un enfoque meticuloso y transparente. Es crucial que tu abogado de Derecho de Familia esté familiarizado con los casos de ingresos netos elevados, pero también que cuente con tasadores de confianza, contables forenses y otros expertos que puedan evaluar el verdadero valor de tus bienes. El objetivo es siempre que el proceso sea lo más colaborativo e imparcial posible.

Cuando sea posible, conviene abogar por utilizar un perito conjunto para agilizar el proceso de valoración y evitar tasaciones contradictorias. Seleccionar a un experto neutral reduce la probabilidad de disputas innecesarias y ahorra tiempo y dinero. Aunque tu abogado debe haber preferido a los profesionales, debe quedar claro que su función es proporcionar una valoración precisa e imparcial, no favorecer a una de las partes en detrimento de la otra. Esto contribuye en gran medida a que el proceso sea justo y creíble. Cuando la valoración es imparcial, el acuerdo no sólo es posible, sino probable.

Sin embargo, a veces la naturaleza de los bienes exige conocimientos y experiencia especialmente especializados. Por ejemplo, un caso relacionado con sellos y monedas raras, que pueden valorarse fácilmente en millones. En tal caso, el abogado de derecho de familia tendrá que buscar un tasador especializado con un profundo conocimiento del mercado.

En situaciones en las que ambas partes insisten en contratar a sus propios tasadores, el objetivo es mantener un diálogo constructivo. Si surgen discrepancias entre las valoraciones, los abogados y las partes colaboran para comprender la metodología que subyace a cada valoración. La clave subyacente es garantizar que ambas partes sientan que sus intereses están representados, sin dejar de centrarse en la precisión y la equidad.

Cuando un cliente no está familiarizado con los pormenores de un bien concreto -quizá no era él quien gestionaba la colección o la inversión-, se puede organizar que el tasador o experto le explique directamente sus conclusiones. Esto no sólo ayuda al cliente a comprender mejor el valor del bien, sino que también refuerza su confianza en la imparcialidad del proceso.

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